En algùn momento del camino rumbo a la
conferencia G-neroso, el Tecnomesias se pierde
en su furia, en su impotencia, en su miedo
a ser olvidado en algun librero, el ser parte
de un estanteria como un trofeo de juventud
para alguno de los dioses comerciales, con una
gran placa de metal brilloso que diga:
" He sido yo quièn apago la rebeliòn, el que
de tajo corto el problema, un invitado menos,
un trago menos, en la mesa un plato vacio y
paso gane unas monedas y unas cervezas"
Tecnomesias no podia dejar de ver su cabeza
pendiendo de una pared de madera junto algun
venado o un salmòn que canta, la visiòn lo puso
de pie y paro el autobus, bajo y empezo a correr,
con sus pensamientos nublados, sus ojos inyectados
de una energia descomunal y en su boca se
agolpaban las mas oscuras premuniciones...
En su mente un sòlo pensamiento era claro:
" Tengo que ser escuchado, no importa el medio,
llegarè a los oidos del mundo y con mis
predicciones hablarè con la voz de la tierra
y de la naturaleza, impresionando a jovenes
señoritas y ganando el respeto de las damas,
hablarè de como el hemos sido desplazados
mientras escupo la copa de los reyes"
Palceres mundanos y platicas vanales,
vidas del jet-set y tiempo compartido en la costa
sur, voces, voces, luces...y nada...
a lo lejos se puede ver a un hombre que yace sobre
el frio concreto en alguna calle de Ontario,
por sus ropas se ve que no es rico, por su aspecto
luce ordinario, sus viejos zapatos han pisado tierras
lejanas y tan solo se ven como viejos zapatos.
Una silla vacia, anuncia que alguièn falta, pero todo sigue
normal, nadie cuestiona, nadie rebate, todos sonrien
mientras disfrutan de Pollo frito y cerveza,
adulaciones y fantocheria...
Alguien falta...
